29 de enero de 2016

 

Adiós A Los Temores

Salmos 116:1-19

 

Salmos 116:1-19

 

En un mundo cada vez mas lejos de Dios, es fácil perder la confianza a veces.  Mucha gente ahora proclaman abiertamente que son ateos, o homosexuales, o practicantes de toda forma de inmoralidad y barbaridad.

 

Encima, estamos viendo a cada rato, nuevas enfermedades, apareciendo en el mundo, como el nuevo virus, Zika, que ha salido de Brasil.  pausa Y, la economía es otra vez inestable.  El terrorismo es mas agresivo.

 

Seria posible para uno que miraba a la noticia, vivir en un poco de temor.  Y no es la primera vez.  En el primer siglo de la iglesia, los hermanos sufrieron mucho, y los mártires eran abundantes.

 

Pero el Salmo de hoy, nos enseñará cómo, en todos los siglos, los hermanos serios, han encontrado la manera de expulsar sus temores.

 

1) Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas;

 

Primero, la persona sin temor, tiene a Dios como el gran amor de su vida.  No solamente cree en Dios, sino que ama a su Dios, porque tiene una relación muy rica con él.

 

Es una persona de oración, e ya sabe que Dios está contestando, a ella, y a otros.

 

El mundo puede estar lleno de peligros, pero realmente esto no es relevante, cuando estás caminando cerca de tu Dios.

 

2) Porque ha inclinado a mí su oído; Por tanto, le invocaré en todos mis días.

 

Esa persona no viene a Dios a veces, cuando todo está difícil, sino que siempre está con Dios.  Y por esto está comprometido a orar siempre, mientras hay aliento en sus pulmones. 

 

Y así, con Dios cada día, tan cerca, en una relación intima, no hay lugar para los temores.

 

1 Juan 4:18    En el amor no hay temor, sino que el perfecto

amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo.

 

Mientras otros se sientan la necesidad de calmantes u otros vicios para alcanzar la tranquilidad, este hermano no.  No hay temor en el mundo que puede meter se entre el hermano, y su Dios.

 

3) Me rodearon ligaduras de muerte, Me encontraron las angustias del Seol; Angustia y dolor había yo hallado.

 

El autor, probablemente David, andaba predicando a si mismo.

 

Estaba recordando otros temores del pasado.  Y cuando aun estaba al borde de la muerte, o en peligros graves, nada pasó, porque Dios estaba a su lado, escuchando a sus peticiones.

 

4) Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Oh Jehová, libra ahora mi alma.

 

David llegó muy cerca de la muerte, huyendo de Saúl.  Pero sabiendo que tenia la protección de Dios, la rabia de Saúl no pudo derrumbar lo.  Ni Saúl, temprano en su vida, ni Absolón mas tarde, pudo tocar ni un pelo de su cabeza.

 

Y el mismo pasó con Cristo.  Antes de su tiempo, era imposible matar lo.

 

Lucas 4:25-30  Y en verdad os digo que muchas viudas había en

Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;

 

pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.   Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

 

 

 

 

               Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se

llenaron de ira; y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.   Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.

 

Caminando muchos años con el Señor, se siente como que estamos indestructibles, hasta que cumplamos la tarea que Dios nos ha dado en este mundo.

 

Aun si alguien quiere matar te, no se puede, si no es tu tiempo.

 

5-6) Clemente es Jehová, y justo; Sí, misericordioso es nuestro Dios.  Jehová guarda a los sencillos; Estaba yo postrado, y me salvó.

 

No importa si uno es pobre, o tiene poca educación, o si no está muy fuerte, físicamente hablando.  Dice que Jehová guarda a los sencillos.  A los que no son, digamos muy sabios en los trucos, en los engaños, de este mundo.

 

Si estamos caminando cerca de Dios, confiando en el, en las promesas de su pacto, estamos mas seguros que los mas ricos con sus guardias y sus médicos costosos.

 

Todo el dinero del mundo no puede comprar la tranquilidad que uno tiene, viviendo en una relación dulce, del amor por su Dios.

 

Entonces hermano, hermana, cuando caminas cerca de tu Dios, realmente puedes decir adiós, a todos tus temores.

 

7) Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, Porque Jehová te ha hecho bien.

 

Por mas tiempo que pasa, mas profunda es la seguridad.  Cuando escuchas algo, o recibes una mala noticia del medico, o de alguien de tu familia, puedes simplemente meditar, masticar a este versículo, “Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, Porque Jehová te ha hecho bien”.  Y con esto, despedir a tus temores con un, adiós.

 

Haciendo esto, muchas veces pasando los años, será tarde o temprano, casi automático.

 

 

8) Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar.

 

Algunos hermanos escriban sus experiencias en un libro.  Para revisar a cada cuando, cuan fiel Dios ha sido a su pacto.  Y si Dios siempre ha sido fiel en el pasado, seguramente estará en el futuro.

 

Pero se ve, muchas veces en los salmos como David anda, predicando a si mismo, para restaurar su tranquilidad.

 

9) Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes.

 

Hay hermanos que vienen a Dios, siempre y cuando tienen problemas.  Estos si pueden vivir en temores, porque en vez de amar a Dios, prefieren a usar Dios, como los incrédulos usan sus brujos o sus hechiceros.

 

Pero David estaba decidido a andar delante de Dios, delante de los ojos de Dios, toda la vida.  No solamente cando su vida mundana dejaba de funcionar.

 

10) Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera.

 

Aquí, David recordaba unas de sus experiencias mas negras.  Como José, que estamos estudiando en domingo, David pasó por cosas muy espantosas antes de llegar al trono.

 

Dios jamás lo abandonó, sino que estaba preparando lo.   Pero tan duro era que David estaba convencido de que iba a perder su vida, huyendo de Saúl.

 

1 Samuel 27:1  Dijo luego David en su corazón: Al fin seré

muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano.

 

En este momento, su fe estaba muy baja, y seguramente José pasó por momentos semejantes, con sus años largos en la prisión de Egipto.  Pero todo esto pasó con el buen propósito de Dios.

 

11) Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.

 

Bajo la presión intensa, David aun pensaba que Samuel era mentiroso, cuando David estaba ungido para ser el nuevo rey.

 

1 Samuel 16:11-13    Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos

todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.

 

Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es.

 

Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.

 

David fue ungido, con la promesa de Dios, pero bajo la persecución intensa, se pensaba que esto también era una mentira.

 

Pero no era mentira, sino que como los sueños de José, el hijo de Jacob, todo se cumpliría en su debido tiempo.

 

Y tu también hermana, hermano, has recibido promesas de Dios, que cumplirán en su debido tiempo.  Las promesas del pacto son confiables, y dignas de nuestra paciencia.

 

David recordaba todo esto en este salmo para despedir otra vez sus angustias, y tu también, aprendiendo la misma historia, puedes decir adiós a tus temores.

 

12) ¿Qué pagaré a Jehová Por todos sus beneficios para conmigo?

 

Por supuesto es imposible recompensar a Dios por su redención.  Pero es normal hacer algo para expresar tu gratitud, por estar rescatado.

 

Existe una historia actual de un hombre que visitó a los estados unidos cuando aun se practicaban la esclavitud de los afroamericanos.

 

Y viendo la subasta de una señora morena, ese hombre se sentía lastima por ella.  Dos hombres estaban ofreciendo cantidades cada vez mas altas para comprar la, para abusar la seguramente.

 

Ese hombre ofreció una cantidad muy, pero muy alta, y la compró.  Recibiendo la, ella se escupía en su cara.  pausa

 

Él la llevó a un abogado, gastando aun mas, y se arregló  su completa libertad.  Ella no entendía lo que estaba pasando y se escupía otra vez en su cara.

 

Cuando finalmente todo estaba completo, los papeles legales registrados, se quitaron las cadenas y ella estaba completamente libre. 

 

Cuando ella finalmente entendió lo que estaba pasando, se preguntó, “¿Qué? ¿Tu gastasteis todo ese dinero, y todo tu tiempo solamente par comprar me la libertada completa?”
 

Dijo él, “Así es señora, estás libre, puedes irte”.  pausa

 

Ella dijo “Solamente tengo una petición, y llorando se caía a sus pies, agarró su piernas con sus brazos, y rogaba, clamando, “Solamente quiero ser tu esclava por el resto de mi vida”.

 

Y así nosotros, rescatados del mundo, de las garras del diablo, sentimos algo de obligación, como en la introducción de los diez mandamientos.

 

Éxodo 20:1-2   Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

 

Y después vienen las leyes, de obligación.

 

13) Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jehová.

 

David aquí confirmaba que no estaba solamente usando a Dios, sino que iba a disfrutar su salvación, siempre, invocando su nombre en la oración y en la alabanza.

 

14) Ahora pagaré mis votos a Jehová Delante de todo su pueblo.

 

 

En muchos de los salmos se hablan de esto, de pagar a los votos que hemos hecho a Jehová.  Y los que vivan fieles a sus votos pueden decir adiós a sus temores, porque Dios siempre va a cuidar de sus fieles.

 

Pero muchos tienen el derecho de vivir en el pavor profundo, porque hacen sus votos delante de Dios, solamente para romper los después.

 

Eclesiastés 5:1-6    Cuando fueres a la casa de Dios, guarda

tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.

 

No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

 

Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.

 

Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.

 

Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.  No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?

 

El pasaje termina con una amonestación, de Dios destruyendo la obra de tus manos, por entrar te en votos, y después prontamente olvidar los.

 

¿Pero que son votos?  Hacemos muchos votos en la vida Cristiana.  Unos en el matrimonios, de amar y estar fiel a la pareja.  Otro está en la presentación de niños, prometiendo criar los en el temor de Dios, con un buen ejemplo en la casa. 

 

Otro está en la membresía de la iglesia, estar fiel a tu congregación y mantener la unidad.

 

Pero siempre hay hermanos insensatos que hacen todos estos votos, y después prontamente los olvidan.  Y claro estos hermanos pueden vivir en el pavor, lo han buscado.

 

Pero los que cumplan sus votos y guardan sus pactos, pueden decir adiós a sus temores.

 

15) Estimada es a los ojos de Jehová La muerte de sus santos.

Los que aman a su Dios profundamente, jamás tienen que temer el día de su muerte.  Porque ese día es muy precioso, muy estimado en los ojos de Dios.

 

Dios ya lo tiene en su calendario, y no hay manera de adelantar lo.  Tiene que venir como ha sido programado en el plan de Dios.  Y es el día de tu gran recepción arriba.

 

Otros pueden vivir en temor, pavor por ese día.  Pude ser para ellos el “rey de los terrores”, como dice en el libro de Job, pero para nosotros, no, será algo dulce.

 

16) Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo, Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; Tú has roto mis prisiones.

 

Ahora terminando en alabanza, David no tiene problemas reconociendo que es un siervo de los mas humildes.  Como que era hijo de la criada, en la casa de Dios.

 

Pero como posesión de Dios, tiene gran protección, y puede dormir bien, en toda tranquilidad.

 

17-18) Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová.  A Jehová pagaré ahora mis votos

Delante de todo su pueblo,

 

Otra vez, anuncia su manera de expresar su gratitud, y lo menos que puede hacer por todo lo que ha recibido.

 

Cuando uno vive cerca de Dios, tiene mucha gratitud.  Vive en el agradecimiento.  Los que caminan lejos, pueden caer en toda forma de queja y de murmuración, pero los que vivan en un amor profundo por su Señor, tienen otra perspectiva.

 

19) En los atrios de la casa de Jehová, En medio de ti, oh Jerusalén. Aleluya.

 

Para este hombre, no es una molestia pasa tiempo en los atrios de Dios.  Es natural para él, estar bien regular en los servicios, en la oración.

 

Porque no es una carga para tal persona, es su gozo.  Y por lo tanto este puede vivir en confianza.  Los terrores de los mundanos están bien lejos de su mente.  Se puede decir, de una vez, adiós, a sus temores.

 

*------------------------- Invitación ----------------------*

 

Nuestro Dios es infinitamente poderosos.  No hay enemigos que ni pueden amenazar a los suyos.

 

Isaías 26:3    Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo

pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

 

Si esto es tu deseo, vivir en completa paz, como ha enseñado el salmista, es posible.  Solamente tienes que mantener a Dios, el Dios verdadero, como el amor de tu vida.

 

Si esto es lo que tu quieres, entonces queremos orar por ti.

 

                          Vamos a Orar