24 de febrero de
2013
El Sabor Del
Infierno
Jon‡s 2:1-10
En el ultimo estudio, dejamos nuestro profeta, nuestro evangelista, en
una gran tormenta de rebeli—n.
Jon‡s fue mandado a N’nive, una ciudad enorme, para pregonar en su
contra.
Jon‡s 1:1-2 Vino
palabra de Jehov‡ a Jon‡s hijo de Amitai,
diciendo: Lev‡ntate y ve a N’nive, aquella
gran ciudad, y pregona contra ella;
porque ha subido su maldad delante de m’.
Pero Jon‡s no quiso. Sino
que se huy— de la presencia de Dios en la direcci—n opuesta. Todo empez— como un gran fracaso. Un fracaso sumamente peligroso.
Jon‡s 1:4 Pero Jehov‡ hizo
levantar un gran viento en el mar,
y hubo en el mar una tempestad tan
grande que se pens— que se partir’a la nave.
Aun los marineros con mas experiencia, estaban en temor de perder sus
vidas. Finalmente sab’an que Jon‡s
era el problema, pero no querr’an matar lo.
Jon‡s 1:11-13 Y le dijeron:
ÀQuŽ haremos contigo para que el
mar se nos aquiete? Porque el mar se
iba embraveciendo m‡s y m‡s. El
les respondi—: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietar‡; porque yo sŽ
que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. Y aquellos hombres trabajaron para
hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba
embraveciendo m‡s y m‡s contra ellos.
Finalmente, con aun mas temor, ten’an que echar lo en el agua. pausa Parec’a como que esto era el viaje mas fracasado en toda la
historia de las misiones. Como que
un hombre, llamado por Dios iba a morir en su rebeld’a. Pero no. El plan de Dios tiene que cumplirse.
No solamente ser‡ este vieja un Žxito misionero, sino que ser‡ el
Žxito misionero mas grande en toda la Biblia.
ÀC—mo puedo decir esto?
Bueno en el d’a de PentecostŽs, tres mil personas estaban convertidas, y
eran bien arrepentidos. Pero en
N’nive, este mismo libro dice que hab’an ciento veinte mil personas solamente
contando los ni–os. Y la gran
ciudad se arrepent’a, por la predicaci—n de Jon‡s.
Hoy veremos como Dios prepar— a Jon‡s por una victoria tan grande.
1) Tirando a Jon‡s al agua, no muri—. Dice en el primer capitulo que Dios prepar— un gran
pez. Y la palabra ÒpezÓ, que
usaban en estos tempos no excluir’a una ballena. Hay tiburones que pueden tragar a un hombre, pero para una
gran ballena seria mas f‡cil. El
punto es que Dios tenia todo preparado.
1-2) Preparando se por ese gran Žxito, Jon‡s pas— por una angustia
profunda. Era sumamente
incomodo. Tenia que experimentar
algo como la muerte. Dice que
clam— desde el Seol, que es en el testamento antiguo, el lugar de los muertos.
Se tiraron a Jon‡s en el agua, en medio de una tormenta terrible. Y Jon‡s empez— a bajar se. Pero de repente estaba dentro del
vientre de un gran pez. Todo pas—
muy r‡pido.
A lo mejor pens— que iba a morir inmediatamente. Pero esto no pas—, sino que se dio
cuenta de que estaba como en una peque–a c‡rcel. Era dentro de un animal, y no tenia ninguna manera de
escapar se.
Si era una ballena, y esto es lo que yo creo, la temperatura sierra
muy alta, unos cien grados de la escala Fahrenheit.
Seria muy dif’cil respirar, pero posible. Y habr’a olores horribles de mariscos diferentes en un
estado de descomposici—n por el acido del estomago. Jon‡s a lo mejor tenia que mantener sus ojos cerrados, para
no quemar los en el acido.
Entonces tenia algo en comœn con el infierno.
No era precisamente el infierno
pero tenia algo en comœn.
a) La oscuridad.
b) La sensaci—n de estar quemando se.
c) El sentido de estar juzgado depuse de la muerte.
En fin, aunque no era el infierno,
tenia el sabor del infierno.
3) Mas evidencia de que era una ballena. Las ballenas suban y bajan para tomar aire. Los tiburones no tienen la misma
necesidad.
Jon‡s estaba conciente, pudo sentir los movimientos. Como que si nosotros viajamos en un
cami—n, se siente el movimiento cuado hace vueltas o cuando se para de repente.
Jon‡s sent’a el movimiento de subir r‡pidamente para tomar aire, y
despuŽs de bajar otra vez a las profundidades. Seguramente empez— a preguntar, ÒÀQua va a pasar conmigo,
acaso voy a morir ya?Ó
Pero como hijo verdadero de Dios, en las aflicciones se empez— a
orar. En la barca Jon‡s era el
œnico que no oraba, pero por fin parece que Dios estaba curando lo de su
rebeld’a.
Para algunos, la œnica manera de curar la rebeld’a es una gran tribulaci—n. Y por fin Jon‡s ha conseguido esto.
3) Actualmente estaba citando las canciones de David.
Salmos 42:7 Un
abismo llama a otro a la voz de tus
cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre m’.
Salmos 69:1 S‡lvame,
oh Dios, Porque las aguas han entrado
hasta el alma.
Por lo menos, antes de su gran rebeld’a, grababa porciones de las Santas
Escritas en su mente, en su memoria, para tener estos recursos en los momentos
mas dif’ciles. ÀY tu, estas
memorizando diferentes pasajes, para tener los recursos disponibles, durantes
los momentos mas oscuros?
4) Jon‡s sent’a desechado de la presencia de Dios. Pero esto es lo que querr’a, escapar de
la presencia de Dios. En esto es
como el hijo prodigo. El hijo
prodigo querr’a escapar se de las influencias de su padre, pero una vez lejos,
empez— a pensar que la vida con su padre realmente no era tan mal.
Lucas 15:15-18 Y fue y se arrim—
a uno de los ciudadanos de
aquella tierra, el cual le envi— a su
hacienda para que apacentase cerdos.
Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que com’an los cerdos,
pero nadie le daba.
17 Y volviendo en s’, dijo: !!Cu‡ntos
jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aqu’ perezco de
hambre! Me levantarŽ e irŽ a mi padre, y le dirŽ: Padre, he pecado contra
el cielo y contra ti.
Aqu’ Jon‡s estaba aprendiendo algo de la belleza de un arrepentimiento
verdadero.
4) ÒDesechado soy de delante de tus ojosÓ. Con esta expresi—n, Jon‡s sabia algo de lo que se siente
antes de estar echado en el infierno,
para estar siempre fuera de la presencia de Dios.
Mateo 25:41 Entonces
dir‡ tambiŽn a los de la izquierda:
Apartaos de m’,
malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ‡ngeles.
Jon‡s tenia la oportunidad no de experimentar exactamente esto, pero
s’ sent’a algo de su sabor. El
sabor del infierno.
5) Nos esta comunicando muchos detalles. El alga, las plantas del mar, estaban enredando su cabeza,
todo all‡ moviendo en el estomago del gran pez.
Y claro, con sus ojos bien cerrados no vio nada. Tal vez pens— primero que era un gran
pulpo, y tenia que pelear con Žl.
Y de repente se dio cuenta de que eran solamente plantas del mar.
Esto seria como los que sufren en el infierno teniendo encuentros con demonios espantosos.
6) Dice que Jon‡s tenia la sensaci—n de que iba a estar all‡ abajo
para siempre. Como que no hab’a
escape. Y esto es otra realidad
que se tienen que enfrentar en el infierno.
En muchas partes de la Biblia, dice que el infierno es eterno. No
es como el mito del purgatorio en que se pasa unos siglo inc—modos y despuŽs te
puedes salir. El infierno es cien por ciento permanente.
Mateo 25:46 E
ir‡n Žstos al castigo eterno, y los justos
a
la
vida eterna.
Aun en el testamento antiguo se puede encontrar esto, si buscamos con
diligencia.
Isa’as 33:14 Los
pecadores se asombraron en Si—n, espanto
sobrecogi— a los hip—critas. ÀQuiŽn de
nosotros morar‡ con el fuego consumidor? ÀQuiŽn de nosotros habitar‡ con las llamas eternas?
6) Aun durante todo esto, Jon‡s tenia su fe. Lleg— a un gran arrepentimiento por fin, y empez— a sentir
una gratitud por la misericordia de Dios.
Todo esto le va a ayudar cuando por fin se va a N’nive como el Žxito
mas grande en la historia de misiones.
7) La rebeli—n de algunos hermanos es mas dura y mas resistente que la
de otros. Algunos, antes de
realmente cambiar tienen que sufrir cosas complemente horribles. Ojala nadie aqu’ en esta ma–ana ser‡
tan terco. Pero si eres tan
obstinado, puedes estar seguro, Dios tiene su medios para aplastar te.
Pero solamente quiero que te recuerdas ese vers’culo para que cuando tu
alma se siente como que va a desfallecer, te acordar‡s de tu Dios.
8) Esto es como la confesi—n de Jon‡s. Su testimonio.
En vez de obedecer lo que Dios tenia para Žl estaba siguiendo
vanidades ilusorias. Y en el
proceso, perdi— la comodidad de la misericordia de Dios.
Jon‡s jam‡s perdi— su salvaci—n.
Pero perdi— el gozo de su salvaci—n. Y tal vez tu has pasado por algo semejante. O tal vez estas pasando por esto ahora
mismo.
Y con este verso te puedes entender lo mas claramente.
8) ÀQue son las Òvanidades ilusoriasÓ? Son los enga–os normales de este mundo. La carnalidad, el amor del dinero, la
vanagloria, toda forma de inmoralidad que promete mucho, pero no puede entregar
lo que promete.
Tal vez como dijo MoisŽs, hay ciertos deleites temporales que s’ le dan
placeras pasajeras, pero son sumamente costosos.
Hebreos 11:24-26 Por
la fe MoisŽs, hecho ya grande, rehus—
llamarse hijo de la hija de Fara—n, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del
pecado, teniendo por mayores
riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque ten’a
puesta la mirada en el galard—n.
Y si tu hermana, tu hermano estas otra vez coqueteando con estos
enga–os del mundo, es tiempo de reflexionar muy seriamente en este testimonio
de Jon‡s.
Jon‡s 2:8 Los
que siguen vanidades ilusorias,
Su misericordia abandonan.
Jon‡s aprendi— algo del sabor
del infierno, y si tu insistes en una rebeli—n semejante, tu tambiŽn puedes
experimentar algo semejante. No
perdiendo tu salvaci—n, pero si pasando por una temporada, sumamente incomoda,
y espantosa.
Hebreos 12:6-8 Porque el Se–or al
que ama, disciplina,
Y azota
a todo el que recibe por hijo.
Si soport‡is la disciplina, Dios os
trata como a hijos; porque ÀquŽ hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de
la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
9) Aun en el vientre del gran pez, con sus ojos fuertemente cerrados,
Jon‡s empez— a alabar. Ya hizo una
promesa. Por fin estaba dispuesto
a ir a N’nive, y predicar el juicio y la gracia de Dios.
Ahora Jon‡s pudo entender algo de lo que enfrentar’an estas personas
perdidas de N’nive, muriendo sin Cristo.
Como se iban a caer mas y mas bajo, al abismo del infierno. Como
iban a tener la sensaci—n de estar quemando, aun cuando estaban en la mas
intensa oscuridad.
Y sabia ya, como la salvaci—n no es algo merecido por los meritos de
los hombres, sino que es completamente un regalo de Dios.
Efesios 2:8-9 Porque por
gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que
nadie se glor’e.
Jon‡s ahora, aun dentro de su c‡rcel acu‡tica, entend’a esto mas
claramente que nunca antes.
Entend’a, por experiencia no solamente el juicio de Dios, su rechazo,
sus castigos, pero tambiŽn entendi— su amor y su perd—n. Estaba en otras palabras preparado para
el gran Žxito de misiones a los que no eran jud’os. El Žxito mas grande del testamento antiguo, o de toda la
Biblia en cuanto a cruzadas evangŽlicas.
10) Pasando estos tres d’as y tres noches Jon‡s ya estaba preparado
para cumplir lo que Dios mand—. La
tarea de Dios no ha cambiado.
Veremos en el capitulo tres que Jon‡s aun est‡ llamado a ir N’nive y a
predicar.
Jon‡s 3:1-3 Vino
palabra de Jehov‡ por segunda vez a
Jon‡s, diciendo: Lev‡ntate y ve a
N’nive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te dirŽ. Y
se levant— Jon‡s, y fue a N’nive conforme a la palabra de Jehov‡. Y era
N’nive ciudad grande en extremo, de tres d’as de camino.
Ahora Jon‡s estaba obediente.
Aprendi— la obediencia con ese gran viaje con tormenta y con tumba en el
pez. Jon‡s tenia que aprender por
la manera dura.
Proverbios 13:15b El
camino de los transgresores es duro.
ÀPero como ser‡ contigo, hermano, hermana? ÀAprender‡s tu de la experiencia de Jon‡s, o tienes que
copiar la? ÀVas a vivir siguiendo
las vanidades ilusorias, hasta que te experimentes el sabor del infierno, o vas tomar el camino mas sabio, y rendir
te, de una vez, a los pies de Cristo?
*-------------------------- Doctrina -----------------------
La experiencia de Jon‡s le dio la oportunidad de saborear muchos aspectos de la realidad del infierno.
Jon‡s estaba en angustias.
Lucas 16:24 Entonces
Žl, dando voces, dijo: Padre Abraham,
ten misericordia de m’, y env’a a
L‡zaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque
estoy atormentado en esta llama.
Jon‡s estaba excluido de la presencia de Dios, y sent’a como que
estaba en una prisi—n.
2 Pedro 2:4 Porque
si Dios no perdon— a los ‡ngeles que
pecaron, sino que arroj‡ndolos al infierno los entreg— a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
Jon‡s tenia la sensaci—n de estar quemando se, por el acido del
estomago del pez.
Mateo 13:49-50 As’ ser‡ al fin
del siglo: saldr‡n los
‡ngeles, y apartar‡n a los malos de
entre los justos, y los echar‡n en el horno
de fuego; all’ ser‡ el lloro y el crujir de dientes.
Apocalipsis 14:10-11 Žl tambiŽn
beber‡ del vino de la ira
de Dios, que ha sido vaciado puro en
el c‡liz de su ira; y ser‡ atormentado
con fuego y azufre delante de los santos ‡ngeles y del Cordero; y el humo
de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de d’a ni
de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca
de su nombre.
Jon‡s estaba en la mas densa oscuridadÉ
Mateo 25:30 Y
al siervo inœtil echadle en las tinieblas
de
afuera; all’ ser‡ el lloro y el crujir
de dientes.
Jon‡s estaba muy espantado por las cosas en su ambiente, tropez— con
las plantas y su cabeza estaba enredada en ellas.
Y en el infierno, no estar‡n totalmente solos, sino que tambiŽn
tendr‡n vecinos indeseables.
Mateo 25:41 Entonces
dir‡ tambiŽn a los de la izquierda:
Apartaos de m’, malditos, al fuego
eterno preparado para el diablo y sus
‡ngeles.
Aunque el infierno no es un
concepto de que se hablan mucho en las iglesias modernas, estaba mucho sobre
los labios de Cristo Jesœs.
Lucas 12:4-5 Mas os
digo, amigos m’os: No tem‡is a los que
matan el cuerpo, y despuŽs nada m‡s
pueden hacer. Pero os ense–arŽ a
quiŽn debŽis temer: Temed a aquel que despuŽs de haber quitado la vida, tiene
poder de echar en el infierno; s’,
os digo, a Žste temed.
*-------------------------- Aplicaci—n ---------------------
Ojala, con este relato de lo que Jon‡s experimento, primero no
sintiendo nada para la gente de N’nive, pero mas tarde dispuesto a evangelizar
y proclamar la salvaci—n, tu tambiŽn puedes empezar a sentir algo del coraz—n
de Dios, por los perdidos de este mundo.
Todos podemos hacer algo.
Algunos sirvan fielmente en la iglesia, semana tras semana. Otros est‡n muy fuertes en la
oraci—n.
Otros como ayer, salgan a las calles para hablar con la gente y pasar
folletos evangŽlicos e invitaciones a la iglesia.
Hay un mundo perdido, pudriendo afuera, como N’nive. Y Dios tiene un gran interŽs en
Žl. ÀQue es lo que el tiene que
hacer para despertar el mismo sentimiento en ti? ÀTendr‡s que experimentar el sabor del infierno?
Proverbios 11:30 El
fruto del justo es ‡rbol de vida;
Y
el que gana almas es sabio.
Vamos a Orar..