27 de noviembre de 2016

 

Da Gracias A Dios Por Tu Fe

Oseas 13:1-16

Introducci—n

 

Desde muy temprano en este pa’s los Cristianos han tenido un tiempo, un d’a especial para dar gracias a Dios, por su bondad y por su providencia.

 

Esto est‡ de acuerdo con lo que dice enÉ

 

1 Tesalonicenses 5:16-18  Estad siempre gozosos. 

Orad sin cesar. 

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesśs.

 

Y cuando damos las gracias, estamos respondiendo en fe.

Por supuesto los que realmente no tienen la fe, no van a expresar el mismo sentimiento de gracia.

 

Romanos 1:21   Pues habiendo conocido a Dios, no le

glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio coraz—n fue entenebrecido.

 

Sin fe, es imposible agradar a Dios y cuando la incredulidad es fuerte, se expresar‡ en cada vez mas desobediencia.

 

Y esto es lo que podemos observar otra vez hoy, en este capitulo, casi el final, del libro de Oseas.

 

1) Cuando Efra’n hablaba, hubo temor; fue exaltado en Israel; mas pec— en Baal, y muri—.

 

Cuando Jacob fue a Egipto, en el fin del libro de GŽnesis, se oraba por los hijos de JosŽ, y Efra’n, que era un hijo de JosŽ, fue adoptado por Jacob, como su hijo, y recibi— una gran bendici—n.

 

Pasando los siglos lleg— a ser una de las tribus mas grandes y fuertes, el mas prospera y mas rica de todo Israel.  Y llegando al tiempo de Oseas, se dicen ŇEfra’nÓ para representar todo Israel del norte.  Pero se muri—.

ŔPero c—mo se muri—?

1) Cuando Efra’n hablaba, hubo temor; fue exaltado en Israel; mas pec— en Baal, y muri—.

 

Cayendo en la idolatr’a, abandonando la fe, rechazando la palabra de diferentes profetas, como naci—n se muri— espiritualmente.

 

Pero aun estaba en pacto con Dios.  Es siempre una tragedia vivir sin fe en Dios, pero cuando un pueblo est‡ aun en pacto con Dios, es un desastre.

 

Hermano, si est‡s en pacto con Dios, da gracias por tu fe.

 

2) Y ahora a–adieron a su pecado, y de su plata se han hecho segśn su entendimiento im‡genes de fundici—n, ’dolos, toda obra de art’fices, acerca de los cuales dicen a los hombres que sacrifican, que besen los becerros.

 

Una vez perdiendo la fe, el pecado puede tomar muchas formas.  Y cada forma de pecado resultar‡ en diferentes perdidas.

 

Eran ricos, pero usaban sus riquezas para hacer ’dolos.  Ten’an artesanos muy talentosos, pero se gastaban sus talentos en formar estatuas de dioses falsos.

 

Y para burlar de ellos un poco, el Esp’ritu Santo dice que se besaban a los becerros.

 

Como cuando estaban en el desierto, cerca de la tierra prometida, la falta de fe, result— en grande desobediencia.

 

Hebreos 3:18-19 ŔY a quiŽnes jur— que no entrar’an en

su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?  Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

 

Es un principio teol—gico muy importante para nuestros tiempos tambiŽn, que la falta de fe, se expresa por la desobediencia.

 

Seria bueno en este fin de semana, dar gracias por tu fe.

 

3) Por tanto, ser‡n como la niebla de la ma–ana, y como el roc’o de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea.

 

Muchas ilustraciones de cosas o de personas que no est‡n estables, que no pueden permanecer.  Esto vimos en el principio del libro de los salmos.

 

Salmos 1:4 No as’ los malos, Que son como el tamo que

arrebata el viento.

 

Los que est‡n en pacto con Dios, cuando al mismo tiempo no tienen fe, vivan con un futuro de gran incertidumbre, porque su incredulidad va a producir toda forma de desobediencia.

 

4) Mas yo soy Jehov‡ tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocer‡s, pues, otro dios fuera de m’, ni otro salvador sino a m’.

Dios, por medio de los profetas, siempre estaba llamando los a despertar de su locura.  Recordando les que el poder y la econom’a que tenia, vino de Žl.

 

Que ellos no eran fuertes por su propia capacidad, sino que todo esto vino como un don de amor, respondiendo a la oraci—n de Jacob en el tiempo de JosŽ.  pausa

 

Y se puede aplicar esa situaci—n al pa’s en que estamos viviendo.  Empezando con gran fe, con mucha oraci—n, este pa’s ha llegado a cierta prosperidad, a cierta capacidad militar y a gran oportunidad para muchos.

 

Perdiendo la santa fe, mas y mas se expresa su incredulidad por medio de su desobediencia.  Lo que es sumamente peligroso.

 

5) Yo te conoc’ en el desierto, en tierra seca.

6) En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeci— su coraz—n; por esta causa se olvidaron de m’.

 

Aqu’, Dios estaba recordando les de que en el desierto no ten’an nada.  Pues ten’an oro y plata, pero no hab’a nada de comprar.  Pero siempre ten’an comida, y agua para todos.

 

Llegando a la tierra prometida, encontraron pastos de abundancia, y pudieron prosperar tremendamente.

 

Pero a veces con la prosperidad, viene la soberbia.  Y cuando tienes muchos recursos econ—micos, te puedes f‡cilmente creer que no eres tan dependiente, de Dios.

 

MoisŽs profetizaba sobre esto con grandes amonestaciones, pero los que no tienen la fe, no van a escuchar.

Deuteronomio 8:11-17Cu’date de no olvidarte de Jehov‡ tu

Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;

 

y se enorgullezca tu coraz—n, y te olvides de Jehov‡ tu Dios, que te sac— de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no hab’a agua, y Žl te sac— agua de la roca del pedernal;

 

que te sustent— con man‡ en el desierto, comida que tus padres no hab’an conocido, afligiŽndote y prob‡ndote, para a la postre hacerte bien; y digas en tu coraz—n: Mi poder y la fuerza de mi mano me han tra’do esta riqueza.

 

Esto siempre ha sido un peligro para las naciones ricas, como los Estados Unidos, Canad‡, y diferentes pa’ses de Europa.

 

Llegando a la plenitud, se creen que realmente no est‡n dependientes de Dios.

 

Por esto est‡ bien comer en grande en el d’a de Acci—n de Gracias.  Se puede tomar un momento de ver la abundancia que est‡s disfrutando, pero en el contexto de no olvidar que todo, absolutamente toda la abundancia, ha sido don de Dios. 

 

Y reconociendo a Dios, en vez de olvidar lo, podemos realmente celebrar.

 

7) Por tanto, yo serŽ para ellos como le—n; como un leopardo en el camino los acecharŽ.

 

Aqu’, el profeta est‡ empezando unas ilustraciones fuertes del juicio.  Pero tiene un prop—sito.

 

Es que cuando un pa’s, o una persona est‡ separando se mas y mas de Dios, escuchando de los juicios, realmente no tiene ningśn impacto.  Es que como no tienen ninguna fe ya en la palabra, pueden rechazar cualquiera doctrina de juicio. 

 

Por esto el profeta est‡ empleando ilustraciones especiales.

 

7) Por tanto, yo serŽ para ellos como le—n; como un leopardo en el camino los acecharŽ.

8) Como osa que ha perdido los hijos los encontrarŽ, y desgarrarŽ las fibras de su coraz—n, y all’ los devorarŽ como le—n; fiera del campo los despedazar‡.

 

La esperanza es que escuchando algo realmente espantoso, que, quiz‡s tomaran un momento para realmente considerar su peligro.

 

Un le—n es sumamente poderoso, y tiene el poder hasta de romper y comer los huesos.

 

El leopardo es muy astuto, y busca maneras de estar arriba de su victima para caer sobre si en una sorpresa violenta.

 

Una osa separada de sus hijos, est‡ en un p‡nico que puede producir una rabia incontrolable.

 

Con todas estas ilustraciones, en amor, el profeta intentaba despertar, finalmente a sus oyentes.

 

9) Te perdiste, oh Israel, mas en m’ est‡ tu ayuda.

 

Abandonando la fe, acelerando en el pecado, es como una forma de suicido.  Pero Dios estaba ofreciendo su ayuda, de manera condicional.

 

Dios estaba dispuesto a redimir, a reestablecer a su pueblo, pero el pueblo tenia que abandonar a sus ’dolos.

 

10) ŔD—nde est‡ tu rey, para que te guarde con todas tus ciudades; y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y pr’ncipes?

 

Aqu’ el profeta estaba exponiendo algunos de sus errores.

Para vivir como los del mundo, el pueblo deseaba un rey.

Y esto era para Dios, un gran insulto, era un rechazo de Dios, confiar en el liderazgo de un hombre, en vez en la palabra de Dios.  Como podemos ver en el verso que sigue.

11) Te di rey en mi furor, y te lo quitŽ en mi ira.

 

ŔDe que habla esto?  Es que hubo un tiempo en que Israel no tenia rey.  Pero mirando a los del mundo, que confiaban en su rey, y como hoy en d’a, para muchos el gobierno es su ’dolo, su esperanza, pues Dios daba al pueblo un rey en su ira.

 

1 Samuel 8:4-7 Entonces todos los ancianos de Israel se

juntaron, y vinieron a Ram‡ para ver a Samuel, y le dijeron: He aqu’ tś has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitśyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.

 

Pero no agrad— a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel or— a Jehov‡.

 

Y dijo Jehov‡ a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a m’ me han desechado, para que no reine sobre ellos.

 

Deseando vivir como los del mundo, en vez de vivir como un pueblo especial de Dios, era el principio del fin para Israel.

 

Hermano, da gracias por tu fe.

 

Samuel daba entonces una amonestaci—n sobre como un estado cada vez mas grande puede ser sumamente costoso.

 

1 Samuel 8:9-20 Ahora, pues, oye su voz; mas protesta

solemnemente contra ellos, y muŽstrales c—mo les tratar‡ el rey que reinar‡ sobre ellos.

 

Y refiri— Samuel todas las palabras de Jehov‡ al pueblo que le hab’a pedido rey.

 

Dijo, pues: As’ har‡ el rey que reinar‡ sobre vosotros: tomar‡ vuestros hijos, y los pondr‡ en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro;

 

y nombrar‡ para s’ jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondr‡ asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.

 

Tomar‡ tambiŽn a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras.

 

Asimismo tomar‡ lo mejor de vuestras tierras, de vuestras vi–as y de vuestros olivares, y los dar‡ a sus siervos.

 

Diezmar‡ vuestro grano y vuestras vi–as, para dar a sus oficiales y a sus siervos.

 

Tomar‡ vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores j—venes, y vuestros asnos, y con ellos har‡ sus obras.  Diezmar‡ tambiŽn vuestros reba–os, y serŽis sus siervos.

 

Y clamarŽis aquel d’a a causa de vuestro rey que os habrŽis elegido, mas Jehov‡ no os responder‡ en aquel d’a.

 

Pero el pueblo no quiso o’r la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habr‡ rey sobre nosotros; y nosotros seremos tambiŽn como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernar‡, y saldr‡ delante de nosotros, y har‡ nuestras guerras.

 

He le’do mucho de la historia, pero est‡ importante para entender los problemas de nuestros tiempos tambiŽn.  Estos lideres de Israel ten’an un motivo. 

 

No querr’an estar diferentes del mundo, sino que deseaban copiar al mundo, cuesta lo que cuesta, y llegando al libro de Oseas, podemos ver que ese deseo de vivir como los del mundo es un abandono de la fe, y el principio de la destrucci—n total.

12) Atada est‡ la maldad de Efra’n; su pecado est‡ guardado.

El punto aqu’ es que el pecado sobre esto jam‡s ha sido perdonado, sino que estaba guardada por juicio.

 

Se empezaron copiando al mundo en su forma del gobierno, pero se terminaban copiando al mundo en su forma de alabanza.  En los dos casos era un rechazo de Dios y una recepci—n de la idolatr’a.

 

13) Dolores de mujer que da a luz le vendr‡n; es un hijo no sabio, porque ya hace tiempo que no debiera detenerse al punto mismo de nacer.

 

Esto es otra ilustraci—n grafica.  Tenemos que recordar que en aquellos tiempos no ten’an la medicina moderna, y muchas veces las mujeres perdieron sus vidas dando luz.

 

El verso dice que cuando lleg— el momento de nacer, Efra’n no sali—, sino que se quedaba dentro, que era sumamente peligroso, porque si el hijo no sali—, no solamente el ni–o se morir’a, sino que la madre morir’a tambiŽn con un ni–o muerto en su vientre.

 

ŔPero cual es el punto?

 

Era el momento preciso para Efra’n de nacer de nuevo en un gran arrepentimiento, regresando a su Dios en fe, e en gozo, pero si no lo hizo, seria una tragedia.

 

Y tal vez hay alguien aqu’ en esta ma–ana que est‡ en la misma situaci—n.  Si es as’, ojala puedes reaccionar a la palabra de Dios.

 

14) De la mano del Seol los redimirŽ, los librarŽ de la muerte. Oh muerte, yo serŽ tu muerte; y serŽ tu destrucci—n, oh Seol; la compasi—n ser‡ escondida de mi vista.

 

Esta es la promesa para los que respondan, en fe.  Pero otra vez es condicional. 

 

Aun hab’a tiempo de recapacitar, y escapar la muerte.  La muerte seria en un sentido destruido.  Pero los que continuaban en su rechazo de Dios, serian muy lejos de su compasi—n.

 

Era el momento de la decisi—n, con consecuencias tremendas. 

Hermano, hermana, si tu vives confiando en la palabra de Dios, tratando de caminar en santidad, conforme a lo que Dios ha revelado, da gracias por tu fe.

15) Aunque Žl fructifique entre los hermanos, vendr‡ el solano, viento de Jehov‡; se levantar‡ desde el desierto, y se secar‡ su manantial, y se agotar‡ su fuente; Žl saquear‡ el tesoro de todas sus preciosas alhajas.

 

Lo peor de lo peor es estar en pacto con Dios, cuando no tienes ninguna fe.  Porque simplemente no vas a responder a las amonestaciones cuando vienen.

 

Aunque Efra’n era prospero, una tribu grande y poderosa, iba a caer terriblemente bajo el juicio de Dios.  Y no habr’a escape.

 

16) Samaria ser‡ asolada, porque se rebel— contra su Dios; caer‡n a espada; sus ni–os ser‡n estrellados, y sus mujeres encintas ser‡n abiertas.

 

Samaria es otro nombre para Efra’n, que es otro nombre para Israel, las tribus del norte, controlados por Efra’n.

 

La ilustraci—n est‡ espantosa.  Pero es algo que pasa mucho ya con el estado isl‡mico, se hacen todo esto es mas.

 

Pero esto estaba pasando con los que eran del pueblo de Dios, en pacto con Dios, pero rebeldes por la ausencia total de la fe.

 

Sabemos por los archivos de la historia que todo esto actualmente pas—.

 

16) Samaria ser‡ asolada, porque se rebel— contra su Dios; caer‡n a espada; sus ni–os ser‡n estrellados, y sus mujeres encintas ser‡n abiertas.

 

-------------------------- Doctrina ----------------------

Hemos visto que todo esto empezaba cuando los que eran el pueblo de Dios, deseaban vivir y pensar como los del mundo.  Primero deseaban un rey, un gran estado como los mundanos, mas tarde deseaban otros ’dolos como los mundanos.

 

Aunque Dios ha llamado para si un pueblo especial, un pueblo separado, ellos no querr’an vivir como especial ni superados.

 

Cristo muri— para producir un pueblo especial, separado.

 

Tito 2:14 Quien se dio a s’ mismo por nosotros para

redimirnos de toda iniquidad y purificar para s’ un pueblo propio, celoso de buenas obras.

San Pablo recordaba a la iglesia en Corinto de la necesidad de su separaci—n del mundo.

 

2 Corintios 6:14-18  No os un‡is en yugo desigual con los

incrŽdulos; porque ŔquŽ compa–erismo tiene la justicia con la injusticia? ŔY quŽ comuni—n la luz con las tinieblas?

 

ŔY quŽ concordia Cristo con Belial? ŔO quŽ parte el creyente con el incrŽdulo?

 

ŔY quŽ acuerdo hay entre el templo de Dios y los ’dolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:

 

    HabitarŽ y andarŽ entre ellos,

    Y serŽ su Dios,

    Y ellos ser‡n mi pueblo.

 

Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Se–or,

Y no toquŽis lo inmundo; Y yo os recibirŽ, Y serŽ para vosotros por Padre, Y vosotros me serŽis hijos e hijas, dice el Se–or Todopoderoso.

 

------------------------- Aplicaci—n ---------------------

 

El pasaje es relevante a nuestras vidas aqu’ en este pa’s.

 

Vivimos en una cultura que es cada vez mas hostil a las doctrinas B’blicas. 

 

Y para realmente estar aceptados en tal cultura, se exigen que se piensen y viven como ellos.  Los que no quieren vivir conforme a sus errores pueden estar rechazados socialmente. 

 

Hay hermanos que han perdido hasta sus trabajos por sus creencias.  Es posible, que estamos entrando en tiempos de un poco mas persecuci—n.

 

Hasta las iglesias est‡n presionadas a pensar y a ense–ar mas conforme a los errores de nuestros tiempos.

 

Y para alcanzar la popularidad o el dinero, hay iglesias dispuestas a conformar se a la cultura ambiental.

 

Pero para los fieles, es sumamente importante continuar en la fe.  En una fe que acepta la palabra de Dios como una autoridad que no cambia, de un Dios que no cambia.

 

En este mundo tal determinaci—n puede estar costosa, pero vale la pena, porque la promesa de este capitulo de îsea, estaba repetida a la iglesia en Corinto.

 

------------------------ Conclusi—n ---------------------

 

1 Corintios 15:54-57 Y cuando esto corruptible se haya

vestido de incorrupci—n, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplir‡ la palabra que est‡ escrita: Sorbida es la muerte en victoria.

 

ŔD—nde est‡, oh muerte, tu aguij—n? ŔD—nde, oh sepulcro, tu victoria?  V14

 

ya que el aguij—n de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

 

Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Se–or Jesucristo.

 

En fin, una cierta separaci—n del mundo en tu manera de pensar y en tu manera de vivir es necesaria para sobrevivir como hermano de la fe.

 

Si es tu deseo alcanzar esa separaci—n, para vivir siempre fuerte en la fe, puedes pasar en unos momentos y queremos orar para ti.

 

Vamos a orar!