19 de junio de 2011 

 

“Padres Esclavizados”

Romanos 6:15-23

 

Cuando yo apenas empezaba a aprender Español, era aun nuevo en la fe.  Escuchaba mucho la radio, miraba la televisión en Español, intentaba leer libros y periódicos.

 

Todo, me interesaba.  Mas que nada la música.  Fue muy emocionante cuando empecé a entender lo que las artistas decían en sus canciones.

 

Y una canción en particular agarraba mi atención.  Tal vez muchos de ustedes lo han escuchado.  Va así…

 

Yo sé bien que estoy afuera

pero el día en que yo me muera

sé que tendrás que llorar

(llorar y llorar, llorar y llorar)

dirás que no me quisiste

pero vas a estar muy triste

y así te vas a quedar

Con dinero y sin dinero

hago siempre lo que quiero

y mi palabra es la ley

no tengo trono ni reina

ni nadie que me comprenda

pero sigo siendo el rey

 

¡échale!

 

¡Me fascinaba esa canción¡  ¡Que estaba diciendo ese hombre?  ¿Que independencia tiene?  ¿Que libertad?  ¿Que autonomía, en el sentido de que su palabra era la ley, y que siempre hacia lo que quería?

 

Llegue a la conclusión de que la canción era muy popular, y ya por muchos años, porque es fácil para un hombre pensar así.  Soy totalmente independiente, “hago siempre lo que quiero”, aun “soy rey” de mi vida.

 

Poco a poco, aprendiendo de las doctrinas de la Biblia, me di cuenta, de que los hombres que piensan así, simplemente están engañados.  Vivian en un mundo de fantasías, y en realidad, si son padres, entonces en realidad vivan la vida de padres esclavizados.

 

Aprendí estudiando la caída de Adán y Eva, que la naturaleza del hombre es corrompida.  Que lo mas natural es vivir esclavizados a toda forma de pecado.  Y sin saber lo, porque el pecado es sumamente engañoso.

 

                     Hebreos 3:12-13

 

El pecado es sumamente engañoso.  Muchos hombres vivan como esclavos del pecado, y ni se dan cuenta.  Aun hiriendo a otros, no están enterados de la magnitud de sus ofensas.

 

Y lo peor de todo es que no tienen el poder de cambiar, vivan atrapados en ese estado.  En su propio poder jamás van a cambiar.

 

Jeremías 13:23 ¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando

               habituados a hacer mal?

 

Los hombres vivan así totalmente esclavizados al pecado, y el pecado es sumamente destructivo, como un cáncer.  Esa es la triste realidad.

 

Con esa introducción podemos ir a nuestro texto en

Romanos 6.

 

15-16)    En el contexto aquí, San Pablo estaba enseñando sobre la gracia de Dios.  Enseñaba en muchas partes que recibimos la salvación como un regalo.  No hicimos nada para merecer esa gran bendición.   Fue por decisión soberana de Dios. 

 

Efesios 2:8-9  Porque por gracia sois salvos por

medio de la fe; y esto no de

vosotros, pues es don de Dios;

no por obras, para que nadie se gloríe.

 

 

 

 

Pero el concepto normalmente está malentendido.  Los hombres concluyan, “si no depende de mi, si todo es por la gracia de Dios, y no por mis obras, entonces no importa como vivo mi vida, mis obras no tienen nada que ver.”

 

Pero es una conclusión falsa.  Los que han sido salvados, regenerados en Cristo tienen naturalezas transformadas.  Ya no tienen el antiguo apetito insaciable por el pecado.  Hasta sus deseos han sido transformados.

 

Han pasado por una gran transformación.

 

2 Corintios 5:17     De modo que si alguno está en

Cristo, nueva criatura es;

las cosas viejas pasaron; he

aquí todas son hechas nuevas.

 

Si aun estoy viviendo como esclavo del pecado, tengo que preguntar si aun he recibo el regalo.

 

17-18)    Por medio de la fe, hemos sido libertados de esa antigua esclavitud a la corrupción.  Y no es simplemente fe en fe.   O fe en alguna forma de dios.  No, habla de una “forma” especifica, de doctrina sana, doctrina completa, doctrina Bíblica.  Y no algo basado en las opiniones de los hombres.

 

Solamente por medio de la verdad de Dios, podemos ser libertados de nuestra antigua esclavitud.  Por esto como estamos aprendiendo en el libro de Judas, la sana doctrina es vital, porque las doctrinas falsas solamente nos mantienen en la esclavitud antigua.

 

Juan 8:31-32   Dijo entonces Jesús a los judíos que

habían creído en él: Si vosotros

permaneciereis en mi palabra, seréis

verdaderamente mis discípulos;

y conoceréis la verdad, y la verdad os

hará libres.

              

19)  Cuando Pablo dice hablo “como humano”, quiere decir que el concepto de la esclavitud, es solamente una analogía, de lo que pasa espiritualmente en nuestras vidas.

 

Como analogía tiene sus limitaciones, no es que somos esclavos y nada mas.  También somos hijos de Dios, también somos ciudadanos del cielo.  Pero es importante pensar en términos de la esclavitud, para entender bien el cambio en la naturaleza que tiene que pasar.

 

20)  Antes de conocer a Cristo, como nuestro Señor y redentor, éramos libres de la vida de justicia.  Nuestros conceptos de la justicia eran completamente equivocadas.

 

Vivíamos hundiendo en la ignorancia, e esto sin saber lo.

 

1 Corintios 2:14     Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

 

21)  Cuando uno realmente está transformado, su vida de antes, es una memoria, una pesadilla de vergüenza.  Al menos que ha sido Cristiano toda la vida.

 

Porque viviendo como esclavo del pecado, especialmente como padre, como un padre esclavizado, simplemente traes la desgracia sobre ti y sobre tu familia.

 

El pecado siempre es sumamente destructivo, es la raíz de todos los sufrimientos del mundo.

 

22)  La evidencia de que uno realmente ha recibo el don de la vida eterna, es que ya hay progreso en la santidad.  Uno anda avanzando.  Ya no viva con los intereses de antes, sino que hay un gozo en el servicio a su nuevo amo.

 

23)  La muerte, el infierno es lo que uno gane, con toda justicia, viviendo la vida de esclavitud a la corrupción.  Es como un salario, que su jefe tiene que pagar te, después de trabajar, por obligación tiene que pagar te tu salario.

 

Y de la misma manera, por obligación, para ser estrictamente justo, Dios tiene que pagar a cada esclavo del pecado la muerte, y la muerte segunda.

 

En esta vida puede resultar en la muerte de tu salud, la muerte de tu economía, la muerte de todas tus relaciones importantes.

 

El pecado es como una enfermedad, como un cáncer.  Pero la diferencia es que cuando uno por fin se muere del cáncer se puede decir “Bueno por fin tiene alivio, por fin no tiene que sufrir”.  Pero en el caso de la esclavitud de la corrupción, la muerte es solamente el principio de los sufrimientos mas intensos.

 

---------------------- Conclusión -------------------------

 

Tal vez uno está concluyendo ya, “Doy gracia de que como Cristiano, ya no soy un padre esclavizado”.  Soy libre por la verdad, y por esto estoy eternamente agradecido.

 

Es cierto, que somos libres de esa antigua esclavitud, pero si has prestado atención al texto de hoy, en realidad, nosotros también somos esclavos.  Pero en otro sentido.

 

 

                     Romanos 6:16

 

En el primer siglo de la iglesia, muchos Cristianos eran esclavos.  Ser un esclavo de alguien grande e importante no era nada malo.  Uno se vivía bien, todas sus necesidades suplidas.

 

 

Si usted ha trabajado por un buen patrón, seguramente recibió descanso adecuado, tiempo de comer, una buena transportación, uso de herramientas, todo lo necesario.

Y así es viviendo como esclavos de Cristo.

 

 

Mateo 6:31-33 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué

               comeremos, o qué beberemos, o qué

vestiremos? Porque los gentiles buscan

todas estas cosas; pero vuestro Padre

celestial sabe que tenéis necesidad de

todas estas cosas. Mas buscad

primeramente el reino de Dios y su

justicia, y todas estas cosas os serán

añadidas.

 

 

Sabemos que tenemos hermanos que han tenido dos trabajos, tal vez trabajan en una fabrica de día y limpiando oficinas en la noche.  Y andan con dos patrones.  Pero esto es imposible en la esclavitud.

 

                     Lucas 16:13

 

Como empleado, puedes tener dos patrones, pero como esclavo solamente puedes tener un amo.                 

 

 

Los apóstoles no tenían ningún problema pensando como esclavos de Cristo.  Ya hemos visto en el principio de Judas.

                     Judas 1:1

 

                     Apocalipsis 1:1

                     Santiago 1:1

                     2 Pedro 1:1

 

                     Gálatas 2:20  & 6:14

 

Pablo tenia un gran compromiso con la causa de Cristo.

Y esto es exactamente lo que Cristo exigía.  Un compromiso total, o ninguno.

 

               Lucas 14:25-27

 

Estas son palabras de compromiso total, estas son palabras de esclavitud.

 

También cuando dice que hemos sido comprados.

 

               1 Corintios 6:19-20      

 

Los que han escapado de la antigua esclavitud, éramos comprados por la sangre de Cristo Jesús.

 

               Hechos 20:28  

 

Los padres aquí presentes, todos son padres esclavizados.  Sea a la corrupción, o sea de Cristo Jesús, de una manera u otro, somos esclavos, es una realidad inescapable, desde la caída del hombre.

 

Por mi parte, prefiero ser esclavo de Cristo.  Lo que ha prometido es cierto, su yugo es fácil, su carga ligera.  Mateo 11:30

 

Objeción:      Tal vez alguien está aun pensando hoy día,

               “Mira pastorcito, todo esto es muy interesante, pero yo no soy esclavo, jamás he sido un esclavo, ni al pecado, ni a Cristo.  Soy un hombre libre e independiente.

 

 

 

 

 

 

 

Una piedra en el camino

me enseño que mi destino era rodar y rodar

(rodar y rodar, rodar y rodar)

después me dijo un arrielo

que no hay que llegar primero

sino hay que saber llegar

Con dinero y sin dinero

hago siempre lo que quiero

y mi palabra es la ley

no tengo trono ni reina

ni nadie que me comprenda

pero sigo siendo el rey.

 

Si esto es tu caso, bueno siento lastima por tu familia.

 

Solamente pido que Dios te ilumina, que te abre los ojos, tal vez por medio de su santa ley, a la multitud de ídolos que aun tienen la posesión de tu corazón.

 

Para mi, me ha costado mucho tiempo, años, décadas para por fin sentirme completamente cómodo, como esclavo de otro.

 

Como esclavo de Cristo, no hay nada mejor.

 

                          Vamos a orar.