21 de mayo de 2007

 

La Revolución Evangélica

Semana 3 - La Indiferencia Intolerable

Apoc 3:14-19

 

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Que dirías tu de un medico que estaba con sus amigos empezando un juego de golf, cuando recibe una llamada urgente del hospital de una niña de 8 años, que tiene asma, y está en un crisis urgente, y las enfermeras dicen que el médico tiene que regresar ya, inmediatamente al hospital para atender la.

 

Pero el medico, empieza a explicar que acaba de llegar, y es un día esplendido, y apenas están empezando su juego, que espera la muchacha y su madre en la sala de espera hasta la tarde, y terminando el juego, vendrá después al hospital.

 

¿Que pensarías tu de tal medico?

 

// Pausa // Este medico somos nosotros, si no estamos consiente de la urgencia del evangelismo de los perdidos.

 

Nosotros, los Cristianos, tenemos la medicina, el mundo está muriendo.  Yo he estado en las calles ayer, anteayer, y la gente están dispuestos a escuchar, pero si nosotros de la iglesia estamos viviendo en una indiferencia, ¿Quien va a llevar les el mensaje?

 

Apoc 3:14-19   Se pues celoso.

 

Cristo quiere ver una compasión en nosotros.  Una compasión para los perdidos que están en peligro de morir se, perdidos, morir en sus pecados y pasar la eternidad en el infierno.  Una vez muertos, no hay otra oportunidad.

 

“Está establecido para los hombres que mueren una sola vez,

y después de esto el juicio”.    Heb 9:27

 

No van a tener muchas oportunidades, sino una, esta vida.

 

Tienen que escuchar el evangelio en esta vida, tienen que arrepentir se y creer, ahora, antes de morir, o si no, van a morir en sus pecados y sufrir la condenación de sus almas para siempre.

 

 


Siendo las cosas así, nuestra indiferencia para los perdidos es intolerable para nuestro Señor Cristo Jesús.  Pero esto, el mensaje de hoy está titulado la indiferencia intolerable.

 

Si estuviéramos ubicados en otro lugar, no tendríamos esta indiferencia intolerable.

 

Lucas 16:23-24     Esto es lo que espera los que mueren en sus pecados, sin ser perdonados.  Se mueren, y se entran en tormentos, tormentos físicos.   Se sientan llamas, según las palabras de Cristo.

 

Están ya por fin dispuestos a dedicar un poco de tiempo a la oración pero ya es muí tarde.

 

Lucas 16:25     Se darán cuenta de que el castigo es justo.

 

Lucas 16:26     Se darán cuenta de que la condición de los condenados está permanente y imposible de cambiar.

 

Lucas 16:27-28     Ese rico era muí indiferente de la salvación de sus hermanos, cuando vivía.  Pero ahora sintiendo el horror inimaginable de la condenación eternal, la salvación de sus hermanos perdidos por fin es una prioridad.

 

Ya no tiene mas, su indiferencia intolerable.

 

Ya tiene otra perspectiva. ¡Pero claro, es muy tarde!

 

Cristo nos dio esta historia para que también nosotros tengamos un poco de la perspectiva eternal.  Que nuestra vida es corta.  Que miles y miles de personas mueren cada día, y no están preparados para enfrentar el juicio.

 

Y que miles y miles de Cristianos están aquí para proclamar el mensaje, pero desafortunadamente, estamos ocupados en otras cosas.  Hemos desarrollados una indiferencia al problema, una indiferencia que en los ojos de Cristo es intolerable.

 

Apoc 3:15-16

 

Estamos viviendo en tiempos de guerra espiritual, el tiempo es corto, y la mayoría de los soldados, los guerreros, están ausentes del campo de la batalla.

 

Es nuestra responsabilidad alcanzar a los perdidos.

Prov 11:30   Dan 12:2-3     Estamos enseñado justicia.


Mat 4:19     ¿Cuantos aquí quieren ser pescadores de hombres?

 

 

Juan 4:34-36     En luz de esto no podemos quedarnos en la indiferencia intolerable.

 

1 Cor 9:19-24     Esto es realmente caminar en el camino angosto, dedicados a los que realmente vale la pena.

 

Ez 3:17-19     Por esto se siente bien, si aceptan o no,

tu sabrás que has cumplido tu                  responsabilidad.

 

Bueno vamos a terminar hablando de dos preparaciones.

 

1)     Preparando a nosotros mismos.

2)     Preparando nuestros oyentes para oír el evangelio.

 

1)     Preparando a nosotros mismos.

En la Biblia, para ser eficaces, tenemos que estar preparados.  Y metafóricamente estamos frecuentemente comparados con los soldados de un ejercito.  La fe Cristiana, para los que caminamos en el camino angosto que lleva a la vida, es como la vida de unos guerreros.

 

Vivimos en disciplina, y en contra de mucha resistencia y en contra de una opresión constante.  Para los que caminan en el camino ancho, que lleva a la perdición, la vida es mas suave.  Pero no para nosotros.

 

1 Tim 6:10-12     Es una batalla, no hay tregua.  Los que buscan tregua, van por el camino ancho.

 

2 Tim 2:1-5     Tienes que luchar, tienes que ser dedicado.

No puedes estar demasiadamente enredado en las cosas del mundo.  Si esto no es para ti, entonces tu camino no es el angosto, sino el ancho que la mayoría de los “Cristianos” modernos prefieren caminar.

 

El joven rico y sus dos maletas.

Mat 7:13-14

Marcos 10:17-22 Cuales son sus dos maletas?

 

2 Cor 10:3-6

 

Efes 6:11-13     Hay guerra, hay oposición, hay resistencia,

Para los que caminan por el camino ancho.

 


Por esto tenemos que preparar, con oración, con estudio regular de nuestras biblias, leyendo o escuchando.  También tenemos que salir cuando sea posible al campo de la batalla.

 

Podemos lanzar granadas cada día.  Con folletos.

Con comentarios.   “La paga del pecado es la muerte”.

 

2)     Preparando nuestros oyentes para oír el evangelio.

 

No podemos echar las cosas santas a los cerdos.  Mat 7:6

Es necesario prepara la tierra antes de meter la semilla.

 

Mat 13:19

 

Juan bautista vino para preparar a los oyentes para Cristo.

 

Mat 3:1-3          Juan predico la ley y el arrepentimiento.

Y después presentó el cordero de Dios que                 quita los pecados del mundo.

 

De la misma manera, nosotros tenemos que presentar la ley primero, y la necesidad del arrepentimiento.

 

Marcos 6:18

 

Pedro - Hechos 2:22-23     Hechos 2:36-38

 

Pablo - Hechos 17:29-31     Ley, arrepentimiento, juicio.

 

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